El holandés Stefan Veringa y su señora, Carolina Fernández, son dueños de El Mirador de Guadal, un pequeño lodge con una ubicación y vistas privilegiadas, donde se pone especial énfasis en la atención personalizada, y en el uso de materiales y productos de la zona. Fue en el año 1997 cuando descubrieron por primera vez la belleza y tranquilidad del borde sur del Lago General Carrera; y unos años después se instalaron con el lodge. El turismo se convirtió para ellos en una ocupación que ambos disfrutan mucho; desde recibir a los visitantes y compartir con ellos en el desayuno, organizar sus actividades, hasta la conversación al final del día durante la cena. Ambos han viajado mucho, y eso les ha servido para identificar mejor lo que los viajeros necesitan para sentirse cómodos y “como en casa”. Ese sentimiento es precisamente lo que ellos buscan entregar en su lodge. Esto, junto al hermoso entorno, la naturaleza, la gente y el pueblo, les permite brindar a sus pasajeros una gran experiencia.